26 may 2010

El rol y el perfil del docente en la educación a distancia



Se destaca como actor principal de este escenario educativo el docente, el cual debe cambiar su concepción del proceso enseñanza-aprendizaje, dejando de ser el profesor de clases magistrales para convertirse en facilitador del conocimiento, orientador y guía de los alumnos, pasando además a ser un experto en el manejo de herramientas de comunicación, promotor de la interacción profesor-alumno, alumno-alumno, y alumno-contenidos, y capaz de cambiar los materiales educativos por materiales que promuevan la interacción con estos contenidos (García Aretio, 2001).
Estos nuevos ámbitos educativos y el avance de la tecnología traen como consecuencia considerar que la tarea del docente ya no es dictar clase y examinar a los alumnos, sino propiciar el desarrollo de conocimientos crea¬ti¬vos así como enseñarles estrategias de autorregulación y control de su proceso de apren¬dizaje, es decir, que aprendan a aprender, a pensar y autoevaluarse sobre la mar¬cha. Lo importante es que el conocimiento no debe transmitirse directamente al alum¬no, para ello el docente debe estar preparado para que indique e incentive al alum¬no respecto del conocimiento creativo y significativo es el que ellos mismos ela¬bo¬ran, revisan, interpretan, cuestionan, confronten con otras informaciones, relacionan con otros conocimientos, aplican a nuevas situaciones, razonan y aprenden.
En muchas de las instituciones que laboran bajo la modalidad de EaD, el personal se ha formado respondiendo más a iniciativas propias que a políticas institucionales para tal fin, corriéndose el riesgo de tener fallas en cuanto a diseño de materiales, manejo e implementación de software, manejo de la información, comunicación con los alumnos tanto sincrónica como asincrónica, uso inadecuado de los recursos técnicos, y todo lo relacionado con esta modalidad educativa. Es por ello necesario que las instituciones diseñen sus propias políticas relativas a la formación del recurso humano que laborarán en los programas educativos bajo la modalidad de EaD. Particularmente, en el caso de los docentes, se debe establecer un perfil del mismo y los roles que desempeñará.
En este sentido, Mason (1991) consideró que los profesores pueden desem¬peñar tres roles fundamentales: organizativo, social e intelectual. Por el primero, el pro¬fe¬sor tendrá que establecer agenda para el desarrollo de la actividad for¬mativa (obje¬ti¬vos, horario, reglas de procedimientos), teniendo que actuar como impulsor de la par¬ticipación; por el segundo, crear un ambiente social agradable para el aprendi¬zaje; y por el tercero, centrar las discusiones en los puntos crucia¬les, hacer preguntas y res¬ponder a las cuestiones de los alumnos para animarles a elaborar y ampliar sus comentarios y aportaciones.
Por su parte, Salinas (1998) en un trabajo donde analizó el cambio del rol en el profesorado universitario como consecuencia de la era digital, enumeró algunas de las habilidades y destrezas que se tienen que poseer por parte de los profesores, ellas son: (a) guiar a los alumnos en el uso de las bases de información y cono¬ci¬miento así como proporcionar acceso a los mismos para usar sus propios recursos; (b) potenciar que los alumnos se vuelvan activos en el proceso de aprendizaje autodirigido, en el marco de acciones de aprendizaje abierto, explotando las posi¬bi¬lidades comunicativas de las redes como sistemas de acceso a recursos de apren¬dizaje; (c) asesorar y gestionar el ambiente de aprendizaje en el que los alumnos están utilizando estos recursos. Los profesores tienen que ser capaces de guiar a los alumnos en el desarrollo de experiencias colaborativas, monitorear el progreso del estudiante; proporcionar realimentación de apoyo al trabajo del estudiante; ofrecer oportuni¬da¬des reales para la difusión de su trabajo; y (d) acceso fluido al trabajo del estudiante en consistencia con la filosofía de las estrategias de aprendizaje empleadas y con el nuevo alumno-usuario de la formación descrito.
Algunos autores perciben que el docente universitario deberá desempeñar roles y funciones diferentes a los que desarrolla en el modelo tradicional. Así, Gisbert (2000) indicó que el docente debería asumir los siguientes roles en los entornos tecnológicos: Consultores de información, colaboradores en grupo, trabajadores soli¬tarios, facilitadores, proveedor de recursos y supervisores académicos. Por su parte, para Cabero (2000) los cambios más significativos en los profesores se van a producir en las siguientes grandes dimensiones: (a) Consultor y facilitadores de información; (b) diseñador de medios; (c) mode¬ra¬dores y tutores virtuales; (d) evaluadores continuos y asesores; (e) orientadores y (f) administradores del sistema.

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